Mariposseando con Nika

Blog de cuentos energéticos

Había una vez un coro de tulipanes que, siempre que se acordaban, cantaban al sol. Esta vez, con la humedad del invierno, su voz se había pausado solamente un poquito.

Érase un caracol que cuando había lluvia de estrellas, salía a navegar. Y le daba igual: unas veces derrapaba, otras tragaba sopa de sal  y siempre adelantaba a barcos grandes y cruceros.

Había una vez un Mundito que si lo mirabas de frente, estaba del revés. Las montañas eran muy azules… y entonces ¡parecían ríos de mar!

Érase una vez un pollito, con las alas muy respingonas y el pico muy naranjota que todos los días, antes de saltar de la cama, se colocaba en la cabeza un lazo color rosa fucsia.

Érase una vez un laberinto de colorinchis que no paraba de  correr. Lo primero que hacía por la mañana era ponerse sus zapatillas de deporte y salir a la calle.

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